El marcado desabastecimiento de artículos de la cesta básica, limpieza y aseo personal en la frontera ha llegado a sus niveles más bajos durante la última semana y ha disparado las alarmas entre los pobladores y las fuerzas vivas de esta población fronteriza.
Eilyn Cardozo | Diario La Opinión
Este lunes, la calle de una de las principales ciudades industriales y comerciales de la frontera lucía desolada. La ausencia de los compradores colombianos se hace evidente, mientras los establecimientos lucen estanterías vacías y el movimiento comercial se ha reducido drásticamente.
La situación afecta no solo a los grandes establecimientos, sino que se repite por igual en Supermercados y bodegas de Ureña y San Antonio, los cuales presentan un importante desabastecimiento de productos alimenticios y de higiene personal.
Comerciantes locales señalan que la ausencia de artículos de consumo masivo obedece principalmente a las restricciones impuestas por diferentes organismos nacionales para el traslado de mercancía a la zona de frontera, el cual se ha ido acentuando de forma paulatina.
“Por estos días escasean en la frontera el arroz, azúcar, café, huevos, leche, jabón en polvo”, dijo Marlene Suárez, habitante de Ureña. Refirió que había recorrido desde tempranas horas de la mañana en busca de estos artículos, sin éxito alguno.
Aumentan las retenciones
Recientemente el Jefe del Comando Zonal 21 (Táchira), General de Brigada, César Méndez López, informó que en lo que va del mes de abril han sido retenidas 71 toneladas de productos de primera necesidad en la zona fronteriza.
Igualmente señaló que han sido decomisadas cerca de 15 toneladas de artículos de aseo personal y de limpieza, en lo que asegura son actividades de contrabando detallado, mejor conocido como “bachaqueo”.
En estas operaciones han sido privadas de libertad 21 personas que han sido puestas a las órdenes de la Fiscalía 33 dedicada a delitos relacionados con el contrabando.
Los ciudadanos de la frontera sostienen que las retenciones oficiales han excedido los procedimientos habituales y en su afán de controlar el “bachaqueo” están también afectando la capacidad de los comerciantes de la frontera para reabastecer sus inventarios e incluso las personas particulares que viajan hasta San Cristóbal en busca de los artículos que ya en la frontera son inexistentes, son tratados como bachaqueros por parte de las autoridades militares y les son decomisados los artículos que tanto necesitan.
En busca de soluciones
En los días posteriores a semana santa los establecimientos comerciales fronterizos han ido agotando sus inventarios debido a que no les ha sido posible surtirse para atender la demanda de los habitantes de esta zona.
Frente a esta situación un grupo de bodegueros de Ureña solicitaron la intermediación del alcalde de ese municipio, Alejandro García, a quien solicitaron interceda ante las fuerzas militares y organismos nacionales, para que se simplifiquen los trámites burocráticos y bajen un tanto las exigencia y controles para el traslado de mercadería hacia las poblaciones de la frontera.
Atendiendo esta solicitud, el alcalde Alejandro García coordinó para este martes una reunión entre expendedores, Guardia Nacional y funcionarios del Insai (organismo nacional encargado de conceder las guías de movilización de productos), para buscar soluciones efectivas y viables a esta situación que aqueja a los comerciantes y sobre todo a la población de la frontera.