Ambos gobiernos muestran disposición en mejoras eléctricas y de vialidad
MARIELA LEÓN | EL UNIVERSAL
Los gobiernos de Venezuela y Colombia estudian varios proyectos de cooperación en infraestructura y ampliación de la interconexión eléctrica.
En las últimas reuniones sostenidas entre los cancilleres Elías Jaua y Mariángela Holguín, y a niveles técnicos, se ha procedido a revisar los acuerdos en materia de transporte y comunicaciones celebrados entre ambos países tras la firma del Acuerdo de Alcance Parcial, por los presidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos.
Negociadores de estas naciones han repasado los términos de la construcción del Puente de Tienditas, la habilitación del Puente José Antonio Páez, como paso internacional de frontera la propuesta de un Plan Binacional de Mantenimiento de Vialidad e Infraestructura Transfronteriza, transporte internacional de pasajeros y comercial, y desarrollo conjunto de telecomunicaciones.
Se conoció que en el gobierno de Nicolás Maduro se planteó «la necesidad de acelerar la construcción del paso fronterizo entre la localidad de Las Tienditas, (Táchira) y la localidad de Villa Silvania – Cúcuta, (Colombia) a fin de potenciar un eje de desarrollo e intercambio de mayor alcance al existente en San Antonio y Cúcuta».
En el encuentro de cancilleres se propuso la firma de un Convenio de Cooperación que incluye la creación de un Fondo Binacional que asciende a 30 millones 244 mil bolívares y de 27 millones 203 mil pesos, el cual tendrá como «único objetivo» la construcción del citado puente. Adicionalmente se conformaría un consorcio binacional destinado a elaborar la ingeniería de detalle y concluir la obra.
Asimismo se analizó el proceso de rehabilitación del Puente José Antonio Páez, en el cruce fronterizo sobre el río Arauca, y se acordó constituir una comisión técnica binacional, la cual será conformada por los equipos del Ministerio de Transporte Terrestre por Venezuela, el Instituto Nacional de Vías (Invías) por Colombia y los Directores Regionales de Apure, Zulia y Táchira, así como de los Departamentos de Cesar, Guajira, Vichada, Norte de Santander y Arauca, con el propósito de afinar los detalles técnicos para la ejecución del plan de mantenimiento.
Según papel de trabajo que recoge los términos de las conversaciones, «ambas delegaciones resaltaron la importancia de reafirmar el interés de los dos países en alcanzar un acuerdo que regule el transporte internacional de mercancías y pasajeros por carretera, como mecanismo que coadyuva a la integración y desarrollo social y económico de estos pueblos».
Asimismo convinieron las partes en realizar un inventario y diagnóstico de todos los pasos fronterizos, con la finalidad de «estructurar un Plan de Mantenimiento, sostenible para la infraestructura fluvial y terrestre (muelles, infraestructura de servicios y vialidad)».
En expansión
En la mesa de trabajo sobre Energía, los gobiernos se comprometieron en revisar la posibilidad de suscribir un Acuerdo Marco Intergubernamental en materia de Energía Eléctrica, en el que «se incluirían disposiciones relativas a las interconexiones existentes en toda la frontera, la evaluación de posibles nuevas interconexiones y los avances de las negociaciones para la Interconexión San Fernando de Atabapo -Puerto Inírida, en la frontera de Amazonas, teniendo en cuenta el interés de exportar energía eléctrica hacia el territorio colombiano desde San Fernando de Atabapo».
El Instituto de Planificación de Soluciones Energéticas (Ipse), adscrito al ministerio de Minas y Energía de Colombia, propuso a la comitiva venezolana la construcción de la línea entre Puerto Colombia y Maroa, en Amazonas. Y las de interconexiones entre San Carlos de Río Negro- San Felipe, entre Casuarito- Puerto Ayacucho y entre Guasdalito-Arauca, en la citada región.
De acuerdo a lo planteado, la parte venezolana reiteró, que «en la actualidad en las referidas localidades venezolanas se cuenta con emplazamientos de generación que satisfacen los requerimientos de demanda de la población. Sin embargo, consideró factible evaluar las propuestas realizadas por la parte colombiana siempre y cuando se disponga de la información de la demanda eléctrica de las localidades» del vecino país.
Ambos países acordaron que los estudios se realicen de manera conjunta, prestando «especial atención a los aspectos ambientales, socio-culturales y de seguridad de Estado de esta zona fronteriza».
En las reuniones igualmente Venezuela presentó su «inconformidad en cuanto a los precios de suministro de energía establecidos por la empresa colombiana Isagen». En ese sentido, la contraparte se comprometió en «revisar los precios así como los tipos de contrato, la condición del prepago y la flexibilidad de no suspensión del servicio por pago en curso».
Venezuela asimismo «revisará la modalidad de contrato (pague lo contratado o pague lo demandado)». Ambos equipos, con sus centros de despachos, analizarán casos como los actuales en los que debido al mantenimiento de la planta de Tasajero (Colombia), se limita la transferencia hacia Venezuela durante algunas horas».
