Eduardo Garmendia afirmó que el sector atraviesa una «recesión».
Roberto Deniz | El Universal
El sector manufacturero labora al 48,85% de su capacidad instalada, de acuerdo a la encuesta de coyuntura correspondiente al tercer trimestre del año realizada por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).
Eduardo Garmendia, presidente de Conindustria, presentó los resultados del sondeo durante el evento «Perspectivas 2015» que celebró la organización. «Estamos en presencia de una recesión en el sector industrial», afirmó Garmendia y recordó que en el tercer trimestre del año pasado la capacidad utilizada era de 52,37%.
La encuesta arrojó otros indicadores negativos. El 67% de las respuestas de los consultados indican una disminución en la producción y hasta el 79% de los consultados reportó un descenso en sus inventarios.
«Se insiste y se pretende, de muchas maneras, sustituir el reconocimiento, la participación y la toma de decisiones individuales por pseudo esquemas de planificación centralizada», aseguró el representante de los industriales.
Recordó que este año los industriales no han podido superar las dificultades relacionadas con la obtención de materia prima, han sufrido el impacto de la alta inflación y aún «padecemos las fallas en el suministro eléctrico y de gas», o el «deterioro en la vialidad y en la infraestructura portuaria».
«Adicionalmente, los aquí reunidos podemos todos demostrar cómo se incrementan las trabas burocráticas que afectan los procesos de producción; y, como si fuera poco, cómo se han creado nuevos instrumentos legales que generan mayor incertidumbre e impiden trabajar con confianza», añadió Garmendia.
El directivo recordó que desde hace tiempo Conindustria ha alertado las dificultades que atraviesa la industria nacional y ha elaborado propuestas para revertir la situación. «Industrializarse, repetimos, implica construir un marco institucional para garantizar la propiedad privada y promover el funcionamiento de los mercados, dos condiciones fundamentales para que tanto los actores productivos como el ciudadano se reconozcan como individualidades, con deberes y derechos dentro del conjunto social».
El presidente de Conindustria también alertó la necesidad de abandonar la dependencia del petróleo, más aún en un entorno en el que los ingresos petroleros están amenazados por el descenso de los precios del crudo en el mercado. «Si Venezuela no aprende a dejar los dólares del petróleo fuera del esquema de redistribución y cambia su punto de interés hacia la productividad y la competitividad, no podremos avanzar juntos a los fines de minimizar las distorsiones de base monetaria que están presentes en la economía».
