«Si tuviéramos Inspectorías del Trabajo que permitieran de forma objetiva calificar los despidos y permitir esa válvula de escape, para demostrar que existe personal que no está cumpliendo con sus responsabilidades ni con los niveles productivos, probablemente no nos afectaría tanto», dijo Francisco Martínez, vicepresidente de Fedecámas.
YANETH FERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
Las advertencias que han venido haciendo empresarios sobre el marco jurídico laboral comienzan progresivamente a pasar factura en materia de productividad.
Empresas atadas a empleados con poco compromiso o con un elevado ausentismo laboral, como consecuencia de la inamovilidad vigente desde 2002 son parte del escenario real. Según Francisco Martínez, vicepresidente de Fedecámas, las falta de los empleados a sus puestos de trabajo se ubica en promedio en 30% y es ese el mayor problema de las empresas. «Si tuviéramos unas Inspectorías del Trabajo que permitieran de forma objetiva calificar los despidos y permitir esa válvula de escape para demostrar que existe personal que no está cumpliendo con sus responsabilidades ni con los niveles productivos probablemente no nos afectaría tanto», dijo.
Detalló que hay trabajadores incursos en delitos comprobados y aún así es cuesta arriba la calificación de despido. En otros casos, la inamovilidad ha traído presentismo en las empresas. Esto significa que muchos empleados no cumplen con sus funciones aunque asisten a su trabajo.
Martínez resaltó que, aparte de la inamovilidad, la Ley del Trabajo deja espacios vacíos que al final se convierten en el «cultivo ideal» para que haya corrupción en los procesos administrativos que se tengan que cumplir.
Desde Consecomercio consideran que el ausentismo de los trabajadores puede revertirse si la inamovilidad laboral se sustituye por estabilidad numérica, es decir, «mantener el número de empleados, pero que sean los que más producen para que los propios trabajadores y las empresas tengan mayor productividad», explicó Mauricio Tancredi, presidente del gremio de los comerciantes.
Esta inquietud ya fue presentada ante el Ejecutivo. Martínez indicó que Fedecámaras entregó cinco líneas marco para el debate en la Comisión por la Verdad Económica, de las cuales una tiene que ver con el tema laboral.
«Si tenemos los niveles de desabastecimiento por la falta de productividad, lo primero que tenemos que evaluar es por qué el sector productivo llegó a donde llegó. Allí es donde decimos que tenemos un marco legal que no incentiva la inversión», apuntó el vicepresidente de Fedecámaras.
Al respecto, el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que las leyes son de por sí restrictivas, lo importante es cómo se negocia con las instituciones básicas que las aplican. «Si el Gobierno aplica la ley con visión restrictiva, sin respeto de los derechos de los patronos, simplemente esto va directo a un colapso», advirtió.
Aunque el ministro del Trabajo, Jesús Martínez, descartó una modificación de la Lottt por ahora, León teme que «el Gobierno, que también requiere que las empresas estén activas, que se despidan menos personas y que haya productos en el mercado, va a tener que ser mucho más flexible y un mediador real entre las dos partes (trabajadores y patronos)».
Indicó que hasta ahora el Ejecutivo ha sido un defensor del trabajador, con o sin razón, pero tras los puntos de encuentro con los empresarios ha comprendido que tiene que ser más justo. Aclaró que esto no significa que el Gobierno va a ser lo suficientemente moderno para comprender al sector privado y negociar una reducción del 20% en la plantilla laboral. «Él va a ser flexible con algunas calificaciones, va a permitir despidos negociados», precisó.
Otro de los aspectos que preocupa al sector empresarial sobre la normativa laboral tiene que ver con los días de descanso continuos. Tancredi consideró que es necesario que se puedan negociar los dos días de descanso, porque en ocasiones al trabajador no le conviene ausentarse 48 horas porque está dejando de percibir dinero o el comercio deja de facturar pues muchas veces no tiene el músculo financiero para contratar personal que supla al que no está yendo a trabajar.
Datanálisis prevé que 2014 será un año conflictivo desde el punto de vista laboral, debido a la imposibilidad de las empresas de cumplir con incrementos salariales superiores a los que está en capacidad de entregar, y por una contracción de las ofertas de trabajo como consecuencia de la falta de inversión.