Luis Carías Toscano | El Carabobeño
Se ve cómo las máquinas funcionan y pagan sus nóminas, pero no sale un camión cargado de mercancía como solía suceder. Ese es el panorama de gran parte de las empresas que afrontan un “cierre técnico”, en el que intentan mantenerse, pero sin esperanza de regresar a los niveles de operatividad de antaño.
Esto sucede en diversos sectores, pero ¿cuánto tiempo resistirá cada industria? dependerá de la capacidad de ahorro y de confiar en las soluciones provistas desde el Ejecutivo. “Muchas reducen al mínimo su producción. Ralentizan las operaciones en Venezuela. Hay una enfermedad y no hay doctor para atender la consulta. Hace falta urgentemente hablar sobre la situación del país”, dijo Jorge Roig, presidente de Fedecámaras.
Con ese panorama las cadenas de inventario no hacen otra cosa que disminuir. “Cada día se agrava más esa enfermedad sin que se tomen los correctivos adecuados”, manifestó el gremialista.
Por ejemplo, el sistema cambiario no ha funcionado, pues aunque el Ejecutivo tiene buenas intenciones, no hay gasolina para hacer arrancar ese motor. “La tragedia es que tampoco están operativos los mecanismos principales de asignación de divisas, por lo que la sequía mantiene paralizado el aparato productivo”.
Cumbre De Las Américas
Para Roig, ese panorama negativo le hizo desistir de la idea de asistir a la Cumbre de las Américas, a pesar de contar con una invitación de la Presidencia de Panamá. “Nos parece que mientras la economía atraviesa problemas gravísimos, no podemos discutir cosas como el trabajo femenino o las fuentes alternativas energéticas, ya que hay mayores preocupaciones locales”.
Además, normalmente a estas cumbres asisten los gobiernos acompañados de sus empresarios, pero evidentemente en Venezuela las reuniones entre ambos sectores son cada día menos. “Hay profundas diferencias con el Ejecutivo y si no nos reunimos acá, entonces allá solo se procesarán esas incomodidades”.
Sobre la reforma tributaria aventurada por el presidente Nicolás Maduro, destacó que esta clase de medidas solo se toman cuando un Gobierno pierde la capacidad para generar ingresos suficientes para cancelar sus gastos fiscales. “No es deseable en ningún país del mundo, pero sería interesante sentarse a discutir sus implicaciones”.
Roig también anunció que fueron invitados a discutir sobre la Ley de Precios Justos, de modo que insistió en que se trata de una norma perjudicial para la actividad económica. “No ha cumplido sus objetivos: vencer la inflación y mejorar el abastecimiento, de modo que debería analizarse su pertinencia, porque afecta enormemente la capacidad de las empresas de operar en Venezuela”.
Empeora la escasez
Los productores y comerciantes no vislumbran una salida a la crisis de abastecimiento. Los inventarios se ven mermados día a día hasta el punto en que la situación se ha vuelto crítica por la escasez en la asignación de divisas. Fuaz Kassen, presidente de la Federación Nacional de Arroz, apuntó que la situación de desabastecimiento del sector ya es crítica. “El arroz que se sembró en verano es apenas 60% del sembrado en el mismo ciclo del año pasado”, razón por la cual no han podido cumplir con las aplicaciones de los fertilizantes, ni agroquímicos. Aunque el sector se encuentra en diálogo permanente con el Ejecutivo, se encuentran trabajando en condiciones de pérdida. “Se recibe el precio de Bs 8,60 por kilo, cuando cuesta producirlo Bs 15 y se solicita una reconsideración de este precio a Bs 19,46 y no hemos recibido la respuesta ni la atención debida que requiere la situación”. La misma situación se repite con los inventarios de trigo para la fabricación de pasta, pues también tienen dificultades para la asignación de divisas, sostuvo el presidente de la Asociación Venezolana de Fabricantes de Pastas alimenticias, Simón Nobile. También Juan Crespo, presidente de Fetraharina, afirmó que desde hace tres semanas se declaró la emergencia del sector.
