Venezuela: continuidad de controles profundiza distorsión en precios

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estructuracostosemenEspecialistas insisten en que la principal causa de la inflación y la escasez es la política cambiaria y de control de los bienes que ya lleva 12 años

Ahiana Figueroa | EMEN

Las distorsiones en los precios de los bienes y servicios se profundizan en el mercado nacional. A la escasez de productos regulados se suman valores desproporcionados en algunos rubros especialmente importados, la necesidad de contar cada vez con billetes de más alta denominación, el tiempo perdido en las colas para comprar y la baja calidad.

Hoy en día se observa que a excepción de los productos sujetos a control, existen pocos bienes con valor por debajo de los Bs. 50 y Bs. 100. Igualmente se pueden conseguir en supermercados precios exorbitantes como una mostaza en Bs. 800, una mermelada en Bs. 2.800 o un detergente líquido de limpieza en Bs. 5.950 y Bs. 6.300, todos importados.

Analistas consultados resaltan que la permanencia durante tantos años de la política de control de precios y de cambio y el constante aumento de la liquidez monetaria, han impactado el mercado interno. Resaltan que cada vez es más difícil conseguir los bienes con precios controlados y cuando se trata de sustituirlos por otros, los consumidores se encuentran con altos precios.

Ronald Balza, economista y profesor de la Ucab y la UCV, destacó que cada vez es más difícil acceder a los dólares a Bs. 6,30 ante la disminución en los ingresos de las divisas, lo que ha impulsado el mercado paralelo y los costos de producción en Venezuela siguen aumentando.

“Ante los controles, no se puede importar ni producir. Hay productos sobre los que no hay un control legal; es decir, no todos los precios están controlados por el Gobierno. El problema es que cuando la distorsión se hace tan marcada, las autoridades tratan de fortalecer o incrementar los controles pero no atienden los factores que impulsan la inflación y la escasez. Se ha empobrecido la variedad de la dieta del venezolano”, dijo.

Víctor Olivo, exgerente de Estudios Económicos del Banco Central de Venezuela y profesor de la UCV y de la Unimet, explicó que la economía venezolana ha estado impactada por dos indicadores igual de negativos, como la ejecución de la política de controles en simultáneo con un alza de la liquidez. “No ha habido en Venezuela un período tan largo de controles ni de expansión monetaria tan alta”.

Como se recordará, la política de fijación de precios y de cambio cumplió 12 años en febrero pasado. La medida que se pensaba sería momentánea para evitar la fuga de capitales y el aumento de los precios, se convirtió en una medida permanente de gobierno.

Para el economista Maxim Ross no hay otra razón de la alta distorsión que existe hoy en día, que la permanencia de distintos tipos de cambio aunado al control de precios. “No hay otra explicación, toda la distorsión radica en el problema cambiario en el cual tenemos una tasa a Bs. 6,30, otra a Bs. 12 y otra a Bs. 190. Por otro lado, la existencia de una política de precios regulados o congelados, que cuando se ejecuta algún ajuste, el precio del producto da un salto importante”.

Reiteró que esos valores exorbitantes que se observan en algunos bienes es que muchos de ellos son adquiridos con divisas del mercado paralelo, obligados por la falta de dólares a tasa oficial o más baja. “Se ha producido un caos en el mercado venezolano, esas colas que estamos viendo son producto de la política de control cambiario y de congelación de precios”, afirmó Roos.

Olivo resalta que además de existir una inflación represada, muchos precios de hoy en día se fijan al tipo de cambio del dólar no oficial, a pesar de que las operaciones que se hacen en este mercado sean pequeñas.

“El paralelo también es un mercado distorsionado en donde operan muchos factores desconocidos, como la prima de riesgo, pero por una razón u otra se ha convertido en un referencial”.

La presión monetaria

Balza recordó que una similar situación de distorsión en los precios se registró en Venezuela luego de la crisis bancaria de 1994 y en la que se tomó la medida de otorgar auxilios financieros a una gran cantidad de bancos, eso hizo que aumentara la liquidez monetaria. Por otra parte -explicó- se ejecutó esta decisión en un momento en el que se levantaron los controles de precios y de cambio que habían durado unos dos años y ante una baja de precios del petróleo.

“Hoy en día tenemos unos incrementos importantes en los precios y no hemos pasado por una crisis bancaria ni tampoco se han levantado los controles, lo que no se justifica esa expansión monetaria”.

Olivo resalta que la expansión monetaria registra un alza de 11.000% desde 2002 hasta 2014. “Con esa gran cantidad de dinero en bolívares se ha impulsado el tipo de cambio que fluctúa también por otras causas, allí vemos cómo los precios van a la par”.

La liquidez registra varios años de aumento significativo al punto de alcanzar los Bs. 2 billones 177 mil millones. Datos oficiales del BCV señalan que entre enero y hasta el pasado 20 de marzo, los recursos en bolívares aumentaron Bs. 169.000 millones, mucho más que el alza que registró este indicador en 2010, cuando el incremento fue de Bs. 59.000 millones para todo el año.

Necesidad de nuevos billetes

Otro aspecto a destacar es el inconveniente que surge de tener que pagar los productos con los actuales billetes que se tienen en el cono monetario, debido al incremento de la inflación.

“Vincular los altos precios con el retraso en la corrección de la unidad monetaria complica aún más la vida de todos. Llegó el momento en que el BCV debe emitir los billetes de Bs. 500 y Bs. 1.000 para compensar la pérdida del valor del bolívar”, acotó Balza.

De acuerdo con el ente emisor, el número de piezas de los billetes de más alta denominación registran un alza significativa desde mediados de 2012. Hasta el pasado mes de febrero, los billetes de Bs. 100 ascienden a 1.494 millones de piezas, lo que representa una variación de 75,5% en comparación al mismo mes de 2013, y de 203,6% desde febrero de 2014 cuando en el mercado monetario local circulaban 492 millones de piezas.

En el país existen unas 7.739 millones de piezas de billetes y monedas y, dentro de este cono monetario, el billete de Bs. 100 representa 19,3% del total, seguido de la moneda de Bs. 0,50 que ocupa 10,8% y el billete de Bs. 50 con 10,4% del total.

Las distorsiones del mercado vienen afectando el comportamiento del consumidor venezolano, dispuesto a pagar por un producto cuando se encuentre, tenga el precio que tenga.

“Actualmente observamos precios de productos relativamente baratos que no aparecen, otros que son de muy mala calidad y otros que los consumidores se han visto obligados a pagar más caros”, sostiene Olivo.

Explica que en los mercados formales hay muchas limitaciones para fijar precios, incluso la de publicar ofertas porque no hay competencia, “por lo que el mercado negro de bienes prospera al no haber fiscalización por parte de las autoridades”.

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