Apostarle al comercio electrónico (e-commerce) transnacional es fundamental para aumentar las ventas desde Colombia hacia otros países, así lo destacó la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), en el marco del IV Foro Regional en Medellín.
Ante un panorama en el que las ventas del país se vienen desacelerando, es necesario diversificar la oferta exportable y pasar de ser una economía que vende principalmente bienes minero-energéticos, a otro tipo de productos.
Para tener una idea puntual, solo es necesario revisar las cifras de exportaciones registradas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). En 2018, el país envío 134,9 millones de toneladas en mercancías al exterior, mientras que en 2017 la cifra era de 154,3 millones de toneladas y en 2016, 136,9 millones.
Así las cosas y ante un Decreto aduanero recién expedido por el Gobierno (1165 de 2019) que unifica la normativa para efectuar procesos para comercializar mercancías, el gremio hizo un llamado para que el Estado trabaje en tres aspectos para facilitar las exportaciones desde canales digitales (ver Gráfico).
Uno de ellos es el tributario. Diego Rengifo, vicepresidente de Analdex, resaltó que hay varios impuestos que impactan las transacciones digitales, como el de retención del impuesto de industria y comercio (ICA), retención del impuesto al valor agregado (IVA), el 4×1.000, entre otros. “Lo que planteamos es que se unifiquen y generen un único impuesto que le dé claridad tanto a los usuarios, como a los empresarios acerca del e-commerce”. A su juicio, esto simplificaría el cumplimiento de la obligación, abarataría el costo de la transacción para los usuarios y le daría una mayor movilidad al comercio electrónico.
Los otros aspectos
El segundo aspecto es el tema cambiario, pues el Banco de la República aún no ha establecido las reglas de juego del flujo de dinero electrónico mediante pasarelas de pago. “Eso implica que quien canalice un pago mediante estos medios, lo está haciendo al margen de la Ley, el Banco debe precisar la metodología e incorporar la posibilidad para que mecanismos digitales y pasarelas de pago sean lícitos y faciliten el e-commerce”, agregó Rengifo.
Finalmente, está el tema aduanero, relacionado con los trámites que se realizan tanto para importar como para exportar. Teniendo en cuenta que el concepto de comercio electrónico implica agilidad y promesa de rápida entrega de mercancía, es justo allí donde la modernización de la aduana juega un papel importante.
“Es necesario tener un sistema informático que permita realizar de manera electrónica los procesos de comercio exterior y que Colombia entre a la era donde las operaciones se desarrollen en un estándar internacional de 48 horas”, agregó Rengifo.
El promedio de los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) es de 12,5 horas. “Con procesos más eficientes, Colombia podría convertirse en un hub del comercio electrónico”, destacó María Fernanda Quiñones, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (Ccce) (ver ¿Qué sigue?).