Estar en el centro de las cadenas de valor del mundo, es el reto de los países que pretenden cambiar su estructura comercial, que como el caso de Colombia, buscan garantizar un crecimiento de largo plazo.
Juan Felipe Sierra | Diario El Colombiano
Por eso, el Banco Mundial recomienda aprovechar al máximo los niveles de globalización y así los países emergentes aumenten su productividad con esa conexión internacional.
Es la manera como el organismo sugiere enfrentar la actual coyuntura económica global, con precios baratos de commodities y una contracción de las economías que los venden. Por eso Daniel Lederman, coautor del informe “América Latina y el ascenso del sur”, le explicó a EL COLOMBIANO sobre esta perspectiva, donde hay dos factores claves que respaldan la diversificación de las exportaciones.
El primero de ellos es que la mayoría de las economías del sur (no desarrolladas) están enfrentando esta contracción de una manera distinta a como lo hacían antes. “Se ha mejorado en las prácticas de regulación, ahorran más y están más preparadas para hacer ajustes fiscales, sin tener que enfrentar una crisis profunda financiera. Colombia tiene flexibilidad cambiaria. El buen manejo macroeconómico lo evidencia el mismo Gobierno al mostrarse cómodo con un precio alto del dólar, así favorecen a las exportaciones”, destacó el investigador del Banco Mundial.
El segundo elemento es qué tipo de políticas públicas se pueden implementar para poder aprovechar la actual coyuntura. “Ahí lo más importante es aprender de la globalización, que sea insumo para garantizar el crecimiento de largo plazo”, agregó Lederman.
En este sentido, cabe destacar que la participación en las cadenas globales ha sido ejemplo en el sudeste asiático, donde el 50 por ciento de las exportaciones es realizada con recursos propios y el otro 50 por ciento proviene del exterior, obteniendo bienes intermedios con sus socios comerciales.
En contraste, las economías de Suramérica exportan bienes primarios que se usan como insumos en las cadenas de valor globales. Pero en cuanto a las exportaciones no tradicionales, por cada dólar exportado, 75 centavos se quedan en la economía nacional y 25 centavos se exporta con valor agregado.
“Lo ideal según dicen los estudios empíricos econométricos es estar en el centro de las cadenas globales de valor. Por un lado tener una agenda productiva con políticas industriales y la otra con políticas horizontales, las cuales afectan a todos los sectores productivos del país de manera equivalente”. Una de ellas es la agenda de infraestructura con menores costos de transporte de mercancías, esto combinado con una agenda de trabajo innovador. El estudio será presentado hoy a las 4 pm en el Bloque 38 de la Universidad Eafit.