ANGIE CONTRERAS C. | EL UNIVERSAL
Estiman que la inamovilidad laboral ha acrecentado el problema.
Las paralizaciones generadas por la conflictividad y el ausentismo laboral siguen pasando factura a las empresas del sector de alimentos, y los bajos niveles de producción y abastecimiento en el mercado nacional son muestra de ello.
Este es uno de los principales obstáculos que enfrenta la industria actualmente. Así lo han manifestado los empresarios desde que comenzaron las mesas técnicas con el Gobierno en enero de este año, sin que se hayan registrado cambios o mejoras en la conflictividad laboral tras siete meses de reuniones.
Según la encuesta de Coyuntura que realiza Conindustria, la conflictividad laboral fue uno de los factores que restringió el aumento de la producción de la industria manufacturera. En el segundo trimestre de 2013 la conflictividad laboral se situó en 61%, mientras que en el primer trimestre estuvo en 54%.
De acuerdo con las estimaciones del sector de alimentos, el índice de ausentismo laboral (personas que faltan al trabajo con o sin justificación) oscila en promedio entre 16% y 20%.
Voceros del sector coinciden en que la raíz del problema es la inamovilidad laboral que promovido la «anarquía» dentro de las empresas, situación que se ha agravado luego de la reforma de la Ley Orgánica del Trabajo y de los Trabajadores (Lottt).
La situación se ha agravado con el cambio de horario que «ha sido activador de nuevas y peores conductas laborales dentro de las industrias».
«Son focos. Hay trabajadores que han malinterpretado la reducción de la jornada, en el sentido de que se van antes de que termine el turno, si hacen sobretiempo faltan un día, no se presentan, se toman los dos días libres así no les corresponda. Es una anarquía», expresó una fuente consultada.
El conflicto sindical también va en ascenso. Las discusiones de contratos colectivos en las empresas, privadas y públicas, se han tornado cada vez más complejas y violentas.
Todos estos factores inciden tanto en la productividad como en la rentabilidad de las empresas. Las paradas de líneas de producción generan atrasos en la programación y pérdida de materia prima, un bien escaso en la industria nacional en estos momentos.
Hay casos críticos como el de la estatal Molinos Nacionales (Monaca) donde el ausentismo laboral promedia 40%, y las paralizaciones de planta son recurrentes.
Desde hace dos semanas, por un desacuerdo en un punto de la discusión contractual entre el sindicato y la directiva de la empresa, está paralizada la planta de Puerto Cabello, que produce entre 12 mil y 14 mil toneladas al mes de harina de trigo para pastas y panaderías.
En la industria láctea, el ausentismo laboral promedia el 35%. Esto quiere decir que de cada 100 trabajadores 35 no se presentan a sus puestos de trabajo. En algunos casos el índice es de 45%.
La producción de bebidas no alcohólicas (agua, jugos y refrescos) también está seriamente afectada por esta situación. Igual ocurre en las plantas procesadoras de harina precocida, arroz, pastas, centrales azucareros, entre otros.
Las empresas están de manos atada pues no pueden remover personal de nómina, pese a tener «pruebas suficientes» para despedir a quienes faltan de manera reiterada a sus puestos de trabajo. Las inspectorías del trabajo no procesan las calificaciones de despidos que son procesadas por las industrias.
Fuentes del sector dicen que las inspectorías «muchas veces no actúan por temor a la reacción de los sindicatos y consejos de trabajadores, además de los ‘afectados'» con la medida.
La propuesta no sólo de las industrias de alimentos sino también del sector manufacturero en general y de los productores agrícolas es que se les permita sustituir aquellos trabajadores que no cumplan con sus labores conservando el número de la nómina.
«Tiene que haber mediación del Ministerio del Trabajo, tienen que revisar las solicitudes de despidos que presentan las empresas y permitir los cambios. Mientras eso no ocurra la problemática seguirá y la producción seguirá afectada. Hay mucha impunidad en materia laboral», dijo un empresario del sector que prefirió no ser mencionado.