Juan Fernando Rojas | Diario El Colombia
Sin acuerdo concluyó a la medianoche del este lunes una nueva reunión entre la ministra de Transporte, Natalia Abello, y los representantes de transportadores de carga del país para buscar salida a un paro camionero que ya ajusta 22 días y tiene sin rodar un 90 por ciento del parque de transporte de carga del país.
En diálogo con elcolombiano.com, Orlando Ramírez, director de la Asociación de Trasportadores de Carga (ATC) señaló que el punto neurálgico en la negociación es la falta de voluntad del Gobierno para reglamentar que la base obligada para el pago de fletes por parte de los generadores de carga esté dado por el Sistema de Información de Costos Eficientes para el Transporte de Carga (Sice).
“El Gobierno nos dice por una parte que nivelar los precios de fletes costaría unos 100 millones de dólares y es un precio muy alto para la industria, pero al mismo tiempo está reconociendo que estamos operando a un 40 por ciento por debajo de los costos de referencia”, cuestionó Ramírez, quien junto a los representantes de las otras agremiaciones de transportadores (ACC, ANT y CCT) consideran que es un “punto inamovible”.
Un ejemplo del desfase de precios es que en la ruta Medellín-Cartagena se tiene establecido un flete de 105 mil pesos por tonelada, pero el camionero solo recibe 60 mil pesos. En el caso de Medellín-Buenaventura, valdría 95 mil pesos por tonelada, pero solo pagan 65 mil pesos.
“Sabemos la preocupación de los generadores de carga, pero los fletes se han bajado sistemáticamente y los costos operativos del camionerismo siguen subiendo. No solo son peajes, gasolina, sino repuestos que se han incrementado en 30 por ciento por la devaluación del peso frente al dólar”, argumentó el director de la ATC.
Por ahora, los representantes de los camioneros siguen dispuestos al diálogo, en el momento que les indique la ministra de Transporte, siempre esperando que la funcionaria haga los ajustes y actos administrativos pertinentes para resolver el punto de los fletes.
Más puntos sobre la mesa
Otro asunto sin resolver en la errática discusión con el Gobierno son los precios del acpm. Los transportadores exigen que el ministro de Minas y Energía, Tomás González, se siente en la próxima reunión con una propuesta clara de reducción de precios, coherente con la caída de precios internacionales del crudo.
Asimismo, está sobre la mesa que el Gobierno tome cartas en cuanto al arribo al país de la multinacional suiza de transporte de carga Impala, que los camioneros consideran una competencia desleal por sus bajos costos de operación y además se ha quedado con grandes contratos de movilización de crudo, sin contar su plan de puertos, barcazas y flotas para movilizar carga por el río Magdalena.
“El Gobierno está permitiendo que una sola empresa esté desplazando el sustento de miles de camioneros y sus familias que ha tenido que enfrentar muchas dificultades durante los últimos años”, concluyó Ramírez.
Efectos del paro
Y mientras las tractomulas siguen estacionadas a orilla de carretera, se han dejado de movilizar unas 8 millones de toneladas de carga y varios precios de alimentos van por las nubes, como es el caso del maíz y la papa, represados en puertos y zonas productoras, respectivamente.
Asimismo, los distribuidores minoristas de combustibles advirtieron que se han dejado de recibir 300 mil millones de pesos por la reducida demanda de los transportadores de carga.
A este punto, Defencarga, representante de empresas transportadoras y generadoras de carga, señala que las pérdidas acumuladas por el paro suman 147 mil millones de pesos, mientras Colfecar señala que se dejan de movilizar unas 375 mil toneladas de mercancías al día.
Por su parte, Fenavi, gremio de los avicultores, ya alerta un probable desabastecimiento de concentrados y alimento balanceado para las aves, lo que sumado al incremento de costos por la devaluación del dólar, presionará el precio del huevo al alza.
Pero desde la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce), se sostiene que sí hay maíz en el país, pero la industria solo quiere proveerse de maíz importado.