La caída en la producción agrícola nacional ha profundizado la escasez, que en algunos casos oscila entre 96% y 98% para algunos rubros, de acuerdo con la información que se maneja en la industria procesadora de alimentos.
Juan B. Salas | El Impulso
Algunas estimaciones revelan que para atender la demanda nacional, el Estado tendrá que importar al menos 500 mil toneladas de arroz; 700 mil toneladas de maíz blanco, luego de ser autosuficientes en este rubro; 1 millón 600 mil toneladas de café, mientras el 52% de la carne que se consume en el país, es importada.
Otro de los factores que está afectando la producción en la industria de alimentos, es el ausentismo laboral que se estima en un 40%, lo cual ha incidido en una caída de la producción en el sector manufacturero que oscila entre el 20% y 25%.
En la agroindustria estiman que es imprescindible aumentar la producción de alimentos, pero para ello se requiere contar con semillas, equipos, maquinarias, fertilizantes, pesticidas, herbicidas, financiamiento adecuado y oportuno, divisas, y precios rentables que estimulen a los agricultores a aumentar sus áreas de cultivo.
Se advierte que el Estado no puede continuar demorando la toma de decisiones: cuanto más demoren, el impacto será mucho más drástico entre consumidores. Asimismo, se indica que la industria no debe recibir subsidios, sino producir; que el Sicad aún no se sabe cómo funciona, el Simadi presenta muchos aspectos de opacidad, mientras que la deuda del Estado con la industria de alimentos sigue creciendo.
Rechazan los controles de precios, afirmando que deben ser temporales, afirmando que no ha habido reglas claras del juego con este tipo de políticas por parte del Estado venezolano.