Ante el anuncio del gobierno venezolano de ofrecer subsidios con el fin subsanar la falta de insumos para la producción de carne en el país y la demanda del gremio pecuario venezolano para que se establezcan mecanismos de priorización de divisas para el sector, Colombia ha empezado a mirar a su alrededor.
Y es que el país envía 96% de su carne bovina a Venezuela y 88% de su ganado en pie.
En 2010, cuando el inventario ganadero alcanzó un máximo histórico en el país (más de 23 millones de cabezas), Colombia vio la necesidad de empezar a reducir el número de bovinos, motivado por los fuertes fenómenos climáticos y por las problemáticas y restricciones en el mercado venezolano que empezaron a darse entre 2009 y 2012.
Aunque Colombia cerró en 2014 con una balanza comercial positiva de US$90 millones por las cerca de 33.300 toneladas de animales en pie que se exportaron, los problemas del vecino país representaron para el sector exportador de bovinos una gran inestabilidad.
Según Oscar Cubillos, jefe de la oficina de planeación de Fedegan, “uno de los aspectos que generan más desconfianza e inseguridad en el mercado venezolano es la puntualidad en los pagos, además del fuerte contrabando que maneja ‘El Carrusel’ (como se llama a los contrabandistas), que en leche y carne ha llegado a alcanzar cerca de US$250 millones”.
Según cifras de Fedegan, en diciembre de 2014, se realizaron exportaciones de cerca de 3, 6 millones de kilogramos de carne de bovino y en enero del año siguiente la cifra subió a 3,8 millones, mientras que para febrero, las exportaciones volvieron a caer a 3,2 millones.
Estas fluctuaciones, sumadas a la incertidumbre en los pagos, han generado un efecto de sube y baja. Además, la problemática de inestabilidad política del país vecino ha hecho que los exportadores de bovinos colombianos empiecen a buscar nuevos mercados.
Germán Gómez Serrano, director técnico de Asocebú, aseguró que “el mercado colombiano de ganado en pie se ha enfocado en exportar a Venezuela, donde las demandas no son constates, ni estables” y explicó que “en Colombia no existen posibilidades de exportar a grandes economías debido a que el país no posee los lugares, ni los métodos, ni exigencias en las cadenas frías para cumplir con los estándares demandados por países como Estados Unidos”.
Sin embargo, los expertos esperan que la balanza comercial en 2015 cierre en superávit alrededor de US$ 140 millones, pues se prevé que las importaciones se mantengan contenidas por efectos de la tasa de cambio. Esto, a su vez incentivaría las exportaciones. Además, ante la falta de dinámica del mercado venezolano las apuestas están dirigidas a la exploración de nuevos mercados.
Por lo menos, así lo explicó Cubillos, quien destacó que “aunque existen muchos obstáculos para la exportación de la carne colombiana a causa de los altos estándares fitosanitarios que se exigen, el país ha logrado avanzar significativamente en negociaciones para exportar ganado a países como Rusia, Argelia, Jordania, la región de Medio Oriente y el Norte de África”.
A Rusia ya se ha empezado a exportar. El año pasado Colombia envió 1.719 animales vivos a ese mercado.
La demanda de productos cárnicos ha aumentado
El mundo está pidiendo más carne, los precios se han incrementado y Colombia aparenta ser un mercado muy competitivo, así lo declaró Óscar Cubillos, jefe de la oficina de planeación de Fedegan. Una muestra de ello, es la llegada de Multinacional Minerva Foods, de origen brasilero dedicada a la exportación de ganado vivo, que compró el pasado mes de febrero el frigorífico Red Cárnica, ubicado en Ciénaga de Oro (Córdoba) con una negociación que ascendió a US$30 millones.