Diario La Nación | José G. Hernández
San Antonio.- La presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio, Isabel Castillo, expresó que “lamentablemente la devaluación del bolívar sigue afectando tanto a los sectores productivos como a los habitantes de la frontera venezolana, debido a la dependencia que siempre ha habido de Colombia”.
Ante la devaluación que nuevamente ha experimentado la moneda venezolana en la frontera, Castillo dijo que “teníamos la esperanza de que el dólar Simadi trajera beneficios para la economía del país, para los sectores productivos y comerciantes que necesitan importar insumos, materia y productos que escasean en el mercado venezolano, pero lamentablemente no se han cubierto las expectativas y hay un dólar paralelo que ya está rebasando los 200 bolívares, lo cual ha hecho que el bolívar pierda más valor y nos encontramos en una situación bastante difícil”.
Nosotros que estamos ubicados en la frontera con Colombia, dijo, nos vemos aún más afectados con la devaluación porque tanto la actividad comercial como la industrial depende mucho del vecino país, por aquellos insumos y materia prima que se tiene que traer de allá al precio del dólar paralelo, porque no se puede de otra manera. Comprando insumos con ese precio del dólar y pagando mano de obra muy costosa, lo que producimos en la frontera difícilmente resulta competitivo con los productos y bienes que se elaboran en el resto del país.
Recordó que el sector industrial y manufacturero de la frontera venezolana ocupa mano de obra calificada colombiana, a la cual los empresarios deben pagar salario en pesos para poder mantenerla en las fábricas. Sin embargo, con la devaluación del bolívar se hace difícil mantener esa mano de obra, porque los sueldos se elevan demasiado. Hay trabajadores extranjeros calificados a los que tendrán que pagar 20 mil ó 30 mil bolívares mensuales, pero los patronos difícilmente podrán cubrir esos requerimientos.
Asimismo, la presidenta recordó que debido a la escasez de productos de primera necesidad y suplementos alimenticios, medicamentos que hay en el mercado venezolano, mucha gente venezolana los busca en el lado colombiano. No obstante, con la devaluación del bolívar, cada vez se hace más costoso comprar al otro lado de la frontera.
“Productos como papel higiénico, leche para niños, anticonceptivos, medicamentos que no se consiguen en esta zona y son indispensables, están siendo comprados en Cúcuta porque aquí no se consiguen; será difícil para la población de la frontera venezolana cubrir esas necesidades al hacerse más costosos con el bajo precio del bolívar”, dijo la presidenta de la Cámara de Comercio de San Antonio.