Desde la Cámara de Integración Económica venezolano Colombiana CAVECOL, compartimos con el público en general «La Propuesta de la Asociación Venezolana de Exportadores AVEX».
Caracas, 04 de junio de 2015.
Compartimos la preocupación que manifiesta el Gobierno Nacional en cuanto a la necesidad de aumentar las exportaciones no petroleras, y les queremos ratificar que cuenten con las empresas exportadoras para llevar adelante este importante, indispensable e improrrogable compromiso que está indisolublemente ligado a la necesidad de diversificar la estructura productiva interna y fortalecer el sector externo de la economía, más aun en momentos que la alta dependencia del petróleo hace improrrogable estas decisiones, en tal sentido queremos llamar la atención e igualmente hacer planteamientos concretos en los siguientes puntos que son imprescindibles para hacer crecer las exportaciones no petroleras del país.
Las exportaciones no petroleras entre enero a octubre del 2014 se ubicaron en US$ 2.573 millones lo que representó un incremento con relación al 2013 cuando alcanzaron a US$ 2.100 millones en todo el año, no obstante, en este comportamiento podemos apreciar que las exportaciones promedio mensual se colocaron en US$ 289 millones para el 1er semestre del 2014, y posteriormente, desde agosto a octubre 2014, iniciaron un descenso hasta llegar a un promedio mensual de US$ 184 millones, lo que representó una caída mensual de -36%, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Esta reducción de las exportaciones coincide con la aplicación por parte del Gobierno Nacional de medidas de prohibición de exportaciones sujetas a Licencias Especiales de Exportación, solicitudes de Permisos por Regímenes Legales del Arancel de Aduanas y de Certificados de demanda interna satisfecha, desde agosto 2014 que han trabado las exportaciones de una parte importante de la oferta exportable del país.
Estos trámites cuando son exitosos se tardan en promedio 2,5 meses, existiendo solicitudes que nunca han tenido respuesta, afectando la programación y la continuidad de las exportaciones de empresas manufacturaras de los sectores metalúrgico y metalmecánico; de empresas que tienen créditos de exportación otorgados por BANCOEX; y de productores agrícolas con producción excedentaria como son los casos de las naranjas, el ajonjolí y el cacao.
Por otra parte, actualmente los exportadores tenemos un desbalance entre los ingresos y los egresos en bolívares generados por el sistema de cambio múltiple, que reducen los ingresos y aumentan los gastos en bolívares con un gran efecto en la reducción de la competitividad de las empresas exportadoras. El sector exportador se rige por un sistema cambiario diferente al resto de los sectores, los exportadores administran el 60% de los dólares generados por sus ventas y pueden ser utilizados para cualquier compra de bienes y servicios en el exterior, y el 40% restante se vende obligatoriamente al BCV una vez cobrada la factura, este contravalor en bolívares cubre los costos nacionales originados en función del valor agregado de cada producto de exportación.
Consecuencia de la modificación en el régimen cambiario mediante el Convenio 33, la tasa de cambio del SICAD 2 dejó de existir y era la aplicada por el BCV al 40% de los dólares que le vende el sector exportador, aquí tenemos un vacío jurídico hasta tanto el Gobierno Nacional promulgue un nuevo convenio cambiario que defina la tasa de cambio que será aplicada. Es muy importante destacar que la última tasa de cambio del SICAD 2 de BS/UD$ 52,8 se quedó rezagada con relación al comportamiento de los precios internos que experimentaron un aumento del 68,5 % en el año 2014 según cifras del BCV, esta situación debilita los ingresos de los exportadores y los productos de exportación pierden competitividad en los mercados internacionales, afectando tanto las empresas privadas como públicas.
Los costos asociados a las importaciones que realizan las empresas exportadoras están valoradas por encima de los niveles de inflación, afectando la competitividad. En efecto, la Intendencia de Aduana del SENIAT está aplicando la tasa de cambio SIMADI (Ref. Bs/$ 199,01 el 29/5/15. Fuente: BCV) para determinar la base imponible en bolívares de las importaciones que realizan las empresas exportadoras, e igualmente se aplica esta tasa para determinar el pago de los gastos de carga de los buques. Adicionalmente, Bolipuertos está cobrando sus servicios a los exportadores en base a la unidad tributaria de Bs 150, anteriormente se aplicaba la tasa de cambio oficial CENCOEX de Bs. 6,3.
Por otra parte, la escasez de materias primas nacionales e importadas está afectando los niveles de producción nacional de la industria manufacturera y con ella las exportaciones.
Por las razones antes expuestas, les solicitamos al Gobierno Nacional:
La suspensión de los permisos de exportación hasta tanto existan mecanismos ágiles y transparentes, y si eso no es posible, definitivamente eliminar estos permisos y permitir que las exportaciones salgan del país sin ningún obstáculo.
Permitir a las empresas exportadoras administrar el 100% de los dólares que generan en las ventas, y con ello cubrir los costos de importación en forma directa sin pasar por el CENCOEX, y venderle al BCV a una tasa de cambio competitiva los dólares necesarios que cubran el valor agregado nacional, y de esta forma superar el desbalance entre los ingresos y los egresos en bolívares, generados por las empresas exportadoras.
Con relación a la poca disponibilidad de materias primas nacionales y el bajo uso de la capacidad de producción instalada de la industria nacional, es necesario tomar medidas urgentes de políticas comerciales por parte de las empresas del Estado, fabricantes de materias primas (acero, aluminio y polietileno) a objeto de que prioricen el mercado nacional por encima del mercado internacional, y garantizarle un suministro seguro y a precios competitivos a las empresas manufactureras de los sectores privados y públicos, contribuyendo al incremento de las exportaciones de productos con mayor valor agregado, antes que las materias primas brutas.
De igual forma, en caso de que este suministro de materia prima no sea suficiente, garantizarle a estas empresas manufactureras el acceso al uso, sin demoras en las aduanas, del régimen de suspensión de impuestos de importación denominado Admisión Temporal de Perfeccionamiento Activo (ATPA), para que puedan importar estas materias primas, procesarlas en el territorio nacional y reexportarlas como productos terminados. La prórroga en el tiempo de los altos niveles de capacidad ociosa de la industria nacional tiene un efecto muy negativo en las ventajas competitivas, además de las pérdidas financieras; la mano de obra calificada profesional y técnica, en todos los niveles, emigra hacia otras actividades donde puede tener menos destrezas, y paralelamente se originan rezagos en la adecuación tecnológica de la estructura productiva del país.
Es urgente reducir los tiempos operativos de los despachos de las exportaciones y evitar demoras e incumplimiento en la entrega de mercancías a los clientes en el exterior. Para ello deben dar un trato diferente a las empresas que tradicionalmente han exportado, darle una verdadera facilitación en los puertos, y hacer las inspecciones en los sistemas de seguridad de las empresas, facilitando cada despacho de exportación. Mientras se implementa este sistema, facilitar las inspecciones de mercancía en planta de cada despacho de exportación.
Hacer realidad el incremento de capital ofrecido a BANCOEX, a objeto de que este banco aumente su liquidez y su capacidad crediticia para atender a las empresas exportadoras.
Suspender las penalizaciones que aplica CORPOELEC a las empresas que incrementan su consumo eléctrico para exportar.
Apoyamos la creación de nuevas Zonas Económicas Especiales o Zonas Francas industriales y comerciales, como espacios para promover estructuras productivas diversificadas y orientadas a las exportaciones, pero también es urgente que se presenten proyectos concretos para cada una de estas Zonas Económicas donde se precise su alcance, la infraestructura, la inversión a realizar, las fuentes de financiamiento, la normativa cambiaria y tributaria, que nos diferencie claramente de otras propuestas similares regionales, para competir con posibilidades de éxito en la captación de nuevas inversiones.