Jorge Andrés Ríos | La Opinión
La formalización del empleo continúa como uno de los principales problemas de Cúcuta y su área metropolitana.
A la falta de oportunidades laborales que hay en la región, se suma el incumplimiento de las leyes laborales de parte de los empleadores, lo que impulsa la contratación informal.
Según el reporte del Dane correspondiente al periodo julio-septiembre de este año, el índice de informalidad laboral en la capital nortesantandereana fue de 71,4%, el más alto el país. Esta variación representa un punto porcentual más alto en relación al mismo periodo del año anterior, cuando llegó a 70,4%.
Es decir, que de las 350.904 personas ocupadas que se registraron en este trimestre, 250.717 no recibieron el pago de todas las prestaciones sociales que establece la ley.
El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cúcuta, José Miguel González Campo, dijo que la entidad viene realizando una campaña muy importante sobre la formalización empresarial, que se convierte en un primer paso para mejorar la calidad en la contratación de personal.
Sin embargo, explicó que la flexibilidad económica de ser una zona de frontera y el desconocimiento sobre los beneficios de la formalización, hacen que esta problemática se acentúe más en Norte de Santander que en el resto del país.
Un punto para tener en cuenta, dijo Gónzalez, es que en la medición hecha por el Dane, las empleos generados por empresas con menos de cinco trabajadores son considerados informales, así paguen todas las prestaciones. Al respecto, vale resaltar que en Cúcuta y el área metropolitana el 95,7 de las empresas registradas son microempresas, es decir, que tienen menos de 10 empleados, lo que podría incidir en el índice.
La gerente regional de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol- Cúcuta Nororiente), Margarita Contreras Díaz, explicó que desde hace dos años la agremiación firmó un convenio con el Gobierno Nacional para promover la formalización del empleo en el país, utilizando como plataforma todas las regionales y las empresas asociadas.
La vocera indicó que en agosto de este año se desarrolló una campaña con los 63 miembros de la entidad en el departamento para concientizarlos sobre la importancia y los beneficios de la contratación formal. En este aspecto lo más difícil es crear cultura en contratistas y subcontratistas, para que se hagan los pagos conforme los pide la ley y se le den todas las garantías a los trabajadores, aseguró.
Otro de los problemas en la formalización está del lado de los trabajadores. El vocero regional de la Asociación Colombiana de Industriales del Cuero, el Calzado y sus Manufacturas (Acicam), Guillermo Rangel, agregó que muchas veces los operarios piden que no se les haga el contrato legal, para que no se les pague salud y pensión y así no perder los servicios subsidiados del Gobierno Nacional, como el sisbén.
Para Rangel, es claro que aún hay una falta de cultura en los empresarios sobre la necesidad de proteger adecuadamente a los operadores. “Un accidente y un empleado lesionado le pueden generar muchos problemas y gastos a una empresa. Por esto, una de las exigencias a nuestros asociados es que sus operarios estén debidamente contratados”, aseguró.
Datos nacionales
El segundo y tercer lugar de informalidad laboral en el país entre julio y septiembre lo ocuparon Quibdó (65,2%) y Florencia (64,7%).
Por el contrario, de acuerdo al informe del Dane, las ciudades con menor proporción de informalidad fueron: Medellín A.M (44,9%), Manizales A.M (43,9%) y Bogotá D.C (43,5%).
A nivel nacional, el índice se ubicó en 48,4%, una reducción de 0,7 puntos porcentuales frente a igual periodo de 2013.